Evitar caerse no solo depende de no correr por lugares resbaladizos, pues existen otras cosas que puedes poner en práctica en tu hogar para minimizar aún más este riesgo. Guardar los objetos en su lugar, tener una información actual de las medicinas y practicar yoga son solo algunas de las cosas que podrías realizar para evitar las caídas y los resbalones.
Tu hogar es el lugar más seguro en el que puedes estar, no obstante, esto no significa que tu casa esté libre de peligros. Es necesario ser cuidadoso para evitar accidentes o situaciones que puedan afectarte de forma negativa.
La mayoría de las personas, cuando piensan en la seguridad en el hogar, imaginan las cámaras, protección en ventanas, para bebés, instalaciones eléctricas de alta calidad, entre otras cosas. No obstante, hay algo más simple que puede hacernos daño en cualquier momento si no nos cuidamos: las caídas.
Resbalarnos por una alfombra mal colocada, porque el piso está mojado, tropezarnos con juguetes, o perder el balance en las escaleras son solo algunas de las causas por las que podemos terminar en el suelo. Algunas caídas son inofensivas y pueden solamente dejar un hematoma en tu piel, sin embargo, otras caídas podrían provocar esguinces y fracturas que, a pesar de que sanen, pueden traer secuelas con el pasar el tiempo.
En el caso de las personas de movilidad reducida o con osteoporosis no existen las caídas “suaves”, pues todas pueden venir con riesgos. Por esa razón, es recomendable prevenir que estas cosas sucedan y hacer todo lo posible para minimizar las probabilidades de caer y herirse en el propio hogar.
¿Qué hacer para mantenernos seguros?
Aunque suene extraño, los consejos para evitar caernos pueden seguirse de forma fácil y realmente no requieren de mucho esfuerzo. Lo único que necesitas es prestar atención y ser cauteloso.
1) Cuídate de los líquidos:
Cuando te encuentres bebiendo un líquido, asegúrate de que no has derramado gotas en el suelo. Si el vaso o si algunas gotas caen, seca el piso de forma inmediata. No importa si se trata solamente de un poco de agua, basta que te olvides del problema y pises en ese lugar para perder el equilibrio. Debido a esto, limpia el líquido apenas notes que está allí.
2) Infórmate sobre los efectos secundarios:
Si consumes algún medicamento con regularidad, consulta con tu médico sobre todos los efectos secundarios que este podría traerte. Algunas sustancias pueden causar sueño, mareos e incluso afectar directamente tu equilibrio. Por lo tanto, si tienes este conocimiento, sabrás qué esperar y cómo actuar.
3) Ordena tu casa:
Una de las formas más fáciles de evitar tropiezos es manteniendo tu hogar organizado, evitando dejar zapatillas o juguetes en el piso. Recoge los cables, coloca todo en su lugar y tendrás menos probabilidades de tropezar al caminar.
4) Usa antideslizantes para bañera o ducha:
Para hacer de tu baño un lugar más seguro, lo más recomendable es comprar el mejor antideslizante para bañera (si pulsas aquí, encuentras varios productos para elegir) que puedas encontrar. Estas alfombras se adhieren al suelo con fuertes ventosas de succión y evitan que te resbales debido al piso mojado y el jabón.
5) Ten todo a tu alcance:
Los utensilios y otros objetos que utilizas de forma frecuente deben mantenerse en un lugar fácil de alcanzar, pues así evitarás tener que ponerte de puntillas o subirte a sillas para poder tomar lo que estás buscando.
Almacena en las zonas superiores las cosas que no sueles utilizar con tanta regularidad, para que no tengas la necesidad de subirte a objetos de forma constante.
6) Invierte en tu vista:
Si empiezas a notar problemas en tu visión, como por ejemplo imágenes borrosas, es necesario que vayas a un optometrista para que te evalúe y determine qué problema presentas y qué tipo de gafas necesitas para poder ver de nuevo.
Recuerda que condiciones como la miopía, hipermetropía y alteraciones de la visión necesitan gafas de fórmula específica para que puedas ver de nuevo.
Si tienes una visión excelente, será menos probable que los obstáculos, mobiliario, etc, pasen desapercibidos causándote un accidente.
7) Tu mejor aliada: La suela de goma
Todos sabemos que caminar descalzo, con calcetines o con pantuflas son opciones muy cómodas que la mayoría de nosotros preferimos. No obstante, si realmente quieres minimizar los riesgos de deslizamiento y de caídas, entonces es mejor usar un calzado deportivo en casa.
Las zapatillas con suela de goma, además de ser cómodas, ofrecen una buena tracción y evitarán que te resbales con tanta frecuencia.
8) Ilumina las habitaciones:
Desafortunadamente no poseemos la vista de los felinos y, por esa razón, estamos en desventaja cuando nos encontramos en la oscuridad. La solución a esto es iluminar de forma adecuada todas las habitaciones para que puedas ver todo lo que allí se encuentra y evitar tropiezos u otros accidentes.
Para la noche, es posible adquirir luces nocturnas que iluminen el camino hacia zonas estratégicas como la cocina y el baño, por ejemplo. De esa forma, estarás protegido pero no despertarás a nadie encendiendo las luces más brillantes de tu hogar.
9) Añade barras de sujeción:
Si quieres más seguridad para ti o buscas proteger a un familiar de movilidad reducida, es una buena idea colocar barras de sujeción en zonas de alto riesgo, como el baño.
Estas asas servirán como apoyo cuando desees levantarte o sentarte en el inodoro, cuando quieras salir de la bañera o en el momento que necesites un soporte al darte una ducha. Los niños más pequeños también pueden beneficiarse con estos productos, mientras aprenden a dominar a la perfección su equilibrio.
10) Cuidado con tus mascotas:
Si tienes conejos, perros, gatos o cualquier animal doméstico que pueda atravesarse en tu camino, es necesario prestar mucha atención y tener una idea de dónde se encuentran en todo momento. Solo así evitarás que se aparezcan cerca de ti sin avisar y te causen una caída, en caso de estar distraído.
11) Haz ejercicio:
El ejercicio no solo sirve para bajar de peso, pues actividades como el yoga te ayudan a desarrollar tu equilibrio, coordinación, flexibilidad y, además, te fortalecen. Todo esto, en conjunto, harán tu cuerpo menos propenso a caerse y más resistente a las caídas, si estas suceden.