Un plato de ducha es, definitivamente, una opción con muchas ventajas que dan a tu baño la posibilidad de aprovechar al máximo su espacio. De un excelente material, dimensiones adecuadas y bonito diseño dependerá que cada miembro del hogar pueda disfrutar de un baño con un caudal de agua totalmente energizante.
Sin duda, un plato de ducha tendrá la capacidad de transformar no solo la apariencia de la estancia, sino la sensación que experimentarás al estar parado disfrutando de un revitalizador baño. Si el proyecto que te ocupa en este momento es el de la renovación total de tu baño o el diseño de uno nuevo, tienes, entonces, importantes aspectos para evaluar.
En caso de que ya hayas puesto a un lado la idea de usar una bañera y en tu balanza prevalecieron las ventajas de un plato de ducha, hay que asegurarse de todos los detalles que se necesitan para que sea funcional y quede muy bien instalada. Sea una de obra o una prefabricada, encontrar el estilo y modelo perfectos no será una tarea difícil dada la amplia gama de opciones que tienes a la mano para seleccionar el mejor plato de ducha (si pulsas aquí, encuentras varias opciones de compra) para ti.
Una buena elección
Es difícil no caer en la tentación de escoger un artículo solo por su diseño. Sin ánimo de desestimar su relevancia, hay características prioritarias a la hora de elegirlo. Las dimensiones son fundamentales, ya que no querrás un plato de ducha que solo quepa en tu baño, sino que pueda instalarse y disfrutarse permitiendo sacar provecho del resto del espacio de la estancia. Para esto, una medición detallada del espacio destinado para su colocación y de su distancia con armarios, inodoros y lavabos es básica.
Otro aspecto influyente es tomar en cuenta cuántas personas usarán a diario la ducha. Tanto la frecuencia en su utilización diaria como si entre los usuarios hay niños determinarán la elección de su material. Por otra parte, es muy conveniente un material durable, resistente a los arañazos y que, además, no haga de su limpieza una tarea tediosa y frustrante porque le queden manchas.
Después de reunir todas esas características, puedes dejarte enamorar por su estilo. Tienes para escoger los platos de forma rectangular, cuadrada, circular o angular, con propiedades antideslizantes o no. En conclusión, el número de opciones es muy amplio, así que se trata de evaluar aspectos puntuales que van más allá de que solo estés cansado de los azulejos y quieras cambiar de estilo de decoración.
Tipos de material
Cambiar los azulejos por un plato de ducha de otro material será, sin duda, un cambio impactante. Asegurarse de escoger materiales de calidad evitará que tras su tiempo de uso debas enfrentar que este se agriete o se convierta en cúmulo de moho. Obviamente, su precio contribuirá a la escogencia de uno u otro material, sin embargo, mientras esté en tus posibilidades, lo ideal es tener la mejor relación calidad precio.
Comencemos con una opción de coste accesible como la fibra de vidrio. Ciertamente, esta representa una instalación sencilla en cuanto a mano de obra se refiere, sin embargo, su sensibilidad a los detergentes contribuye a su desgaste y cambio de color rápidamente. En manos de un profesional, otra alternativa son los platos de ducha acrílicos que pueden impactar con su variedad de colores, además de su bajo coste. No obstante, son propensos a rayarse con facilidad.
Una de las opciones más populares es la porcelana que, al ser instalada en la ducha, hace juego con otros elementos básicos del baño. Adicional a que un plato de ducha de porcelana no requiere un gran presupuesto para comprarlo, tampoco lo exige para ser limpiado, ya que amerita los mismos productos que se usan para el inodoro y lavabo. Sin embargo, la prevención de resbalones y caídas posibles sobre este material obliga a tomar previsiones al momento del baño.
El gusto por los platos de ducha de resina está demostrado en su venta. Es un material que ofrece la posibilidad de comprarse a la medida o ajustarse en el trabajo de instalación. Pueden venir también en diversidad de colores y características adicionales como impermeabilidad y componentes antideslizantes y antifúngicos que hacen que la compra valga la pena. La cerámica no se descarta para los platos de ducha de obra. Aunque puede ser costosa por el trabajo de albañilería que requiere, con ella se logran diseños creativos con cortes de piezas en medidas y ángulos que atraerán la mirada.
Y si de personalización se trata, la piedra natural logra toda la atención. El gresite, granito, mármol o pizarra son elementos que darán el toque de lujo que buscas para un estilo elegante. A pesar de lucir delicados en apariencia, son piedras naturales cuya resistencia les otorga gran durabilidad. No obstante, con el mármol, por ejemplo, su preservación necesita que sea limpiado y secado al terminar el baño.
Un accesorio de grandes ventajas
En primer lugar, puedes estar seguro de que todos los amigos del ambiente aprobarán tu elección, ya que el ahorro de agua con una ducha se logra en un porcentaje alto y realmente importante. La durabilidad y resistencia de un plato de ducha son también características muy valorables. Entre los distintos materiales de los que puede estar hecho, fácilmente encuentras elementos más fuertes que los mismos azulejos, por lo que te asegura una vida útil de largo tiempo.
Indudablemente, es lo mejor cuando en casa hay que tomar en cuenta a usuarios que sean mayores o tengan movilidad limitada y para los que una bañera se convierte en un baño muy complicado y hasta inaccesible. Un plato de ducha es un elemento que permite, en caso de ser necesario, hacer adaptaciones de rampas de acceso más fácilmente.
Adicional a todo esto, el aspecto decorativo es otro que sale ganando. De ninguna manera se debe renunciar a tener un lugar hermoso y cómodo para bañarse, aunque se cuente con un espacio pequeño. Así que, aparte de tener un plato de ducha que puedes complementar con una hermosa mampara o puertas de baño, la decoración puede destacarse también agregando estanterías de almacenaje funcional.