Las mamparas son uno de los productos más comprados para los baños, debido a la seguridad que ofrecen y el toque de buen diseño que dan a las habitaciones. No obstante, para elegir la más adecuada es necesario tomarse el tiempo para considerar diversos aspectos hasta hallar el mejor modelo para el lugar.
Para evitar que el agua salga de la bañera o de la ducha después del baño, las personas han comprado cortinas o mamparas desde hace muchos años. Estas últimas, progresivamente, han adquirido mayor fama, debido a la elegancia que le brindan a la habitación y lo bien que combinan con cualquier ambiente en el que se encuentren.
A diferencia de ciertos productos que pueden obtenerse sin mucho en mente, comprar la mampara ideal para tu baño es un proceso que requiere de planificación para que puedas decidirte por la mejor alternativa para tu hogar.
Por ejemplo, ¿deseas una mamparas para bañera o requieres de un producto diseñado para una ducha? De esto dependerá mucho tu decisión; sin embargo, no es lo único que puede afectar la elección. Las dimensiones de tu baño, las personas que utilizarán la mampara y hasta la forma que tiene el lugar también son relevantes en este proceso.
Aunque las bañeras suelen tener una estructura bastante similar entre ellas, los platos de ducha sí pueden cambiar enormemente entre un hogar y otro. Algunos de estos son cuadrados, otros son angulares y los más comunes suelen ser rectangulares; por esa razón, en cada uno de estos casos, las mamparas deberán adaptarse a estas formas, pues de lo contrario tendrás inconvenientes al instalarlas o al usarlas.
Elegir una mampara adecuada para todos
Si en tu hogar solo habitan adultos y ninguno de ellos padece de movilidad reducida, entonces no tendrás muchos problemas a la hora de elegir un producto para tu baño. Sin embargo, en el caso de que en tu hogar haya niños o adultos mayores, entonces debes adecuar tu decisión de compra pensando en ellos, para evitar problemas.
Por otro lado, existen diversos materiales en el mercado, en los que destacan el plástico y el vidrio. El primer elemento suele ser más económico, pero el segundo de ellos provee mayor calidad y durabilidad. Cuando se trata de seguridad, el vidrio es el mejor material; sin embargo, este debe tener un grosor adecuado.
Para profundizar más en el aspecto de las mamparas de vidrio, debes saber que existen diversas alternativas disponibles, pero adquirir mamparas que tengan un mínimo de 6 milímetros de grosor es la mejor opción de compra. Esta diferencia milimétrica realmente marca la diferencia cuando se habla de resistencia a los golpes; una cualidad necesaria para estos casos. Si alguien se cae, por ejemplo, es muy poco probable que un vidrio templado con buen grosor ceda al peso del cuerpo.
Además de este aspecto, otro detalle a considerar al elegir la mampara es el tipo de apertura que esta tenga, pues deberás elegir aquel modelo que permita un uso más sencillo.
¿Cuáles son las posibles aperturas de las mamparas?
Para adaptarse adecuadamente a cada situación, dependiendo del modelo de mampara podrás obtener una apertura completamente diferente a la anterior. Esto es algo que distingue a estos productos de las cortinas, las cuales se abren de una misma forma.
Usualmente, las personas prefieren hacer uso de mamparas con puertas correderas porque estas no ocupan tanto espacio como otras alternativas. Para poder bañarse, solo es necesario deslizar la puerta hasta que tengas el espacio necesario para entrar y, la mayoría de las veces, este es el tipo de apertura utilizado cuando se trata de bañeras.
Un inconveniente de alguna de ellas es que no vienen con pomo, por lo tanto, abrir con las manos mojadas hace que la acción se complique un poco. Además, el mantenimiento del carril inferior es necesario para que la puerta se deslice con facilidad.
La segunda opción es la de las puertas abatibles. Este tipo de apertura es el de las puertas comunes y es adecuado solamente si cuentas con el espacio suficiente para que la mampara no choque con nada al abrirla. Estas ceden con menor esfuerzo que una puerta corredera y brindan una sujeción correcta, pero pueden ser algo pesadas para abrirse.
Ambas opciones brindan beneficios pero también tienen desventajas; por esa razón, siempre debes evaluar tu caso personal para poder elegir la apertura más compatible con tu estilo de vida y con las personas que viven contigo.
Lograr la instalación
Cuando ya hayas tomado la decisión, entonces es momento de instalar la mampara. Debes saber que, aunque compres la mejor mampara para bañera del momento (verifica algunas opciones para comprar en este enlace), si no la instalas correctamente tendrás inconvenientes en algún momento.
Debido a esto, es necesario que te asegures de seguir las instrucciones que te den los fabricantes y, además, hagas uso de las herramientas correctas para lograrlo. Recuerda que dependiendo del modelo este proceso puede variar.
Si no tienes mucha confianza en tu capacidad de hacer la instalación, entonces es mejor no arriesgarse y contratar a alguien con el conocimiento necesario para realizar cada paso.
Recuerda hacer el mantenimiento correspondiente
Todas las mamparas, independientemente de su modelo o su material principal, necesitan una limpieza rutinaria para poder conservarlas en buen estado. Hasta las mamparas de baño más elegantes se deterioran si no se les realiza el mantenimiento que necesitan y este descuido no solo afectará el aspecto de tu baño, sino también tu salud e higiene, pues se convertirá en un foco de proliferación de distintas bacterias.
Aunque las mampara de bañera más modernas cuentan con tratamientos antical, nunca está de más desinfectar las juntas, los carriles y sacarle brillo a la superficie. Para esto existen productos químicos pero también es posible realizar una mezcla efectiva de elementos naturales para dejar la mampara impecable; entre estos ingredientes destacan el bicarbonato, el vinagre y el limón.
Por último, recuerda quitar los residuos de jabón o champú que pueden quedar adheridos a la mampara cada vez que te bañes. Esto evitará que la suciedad se acumule y que sea más difícil quitarla al pasar el tiempo.
Elegir, instalar y cuidar una mampara requiere de tiempo y paciencia; sin embargo, cuando disfrutes de todos los beneficios que te ofrecerá tu nueva compra, verás que habrá valido la pena toda la planificación.